Sumeria (del acadio Šumeru; en sumerio cuneiforme メツラ ki-en-gi, aproximadamente "KI=tierra o país, EN=señor, GI=caña o cañaveral" ) fue una región histórica de Oriente Medio que formaba la parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La civilización sumeria está considerada como la primera y más antigua civilización del mundo. La procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta y existen numerosas hipótesis: la más aceptada hoy en día es la que argumenta que no hubo una ruptura cultural con el período de Uruk y que por lo tanto no tuvieron que ver factores externos, como podían ser invasiones o migraciones de otros territorios lejanos.
El término "sumerio" también se aplica a todos los
hablantes de la lengua
sumeria. En la lengua
sumeria esta región era denominada Kengi (ki),
equivalente al acadio mat Sumeri, esto es, la «tierra de
Súmer» (Senaar).
Origen del nombre
El término "sumerio" es el nombre común dado a los
antiguos habitantes de baja Mesopotamia por sus sucesores, los
semitas
acadios.
Los sumerios se llamaban a sí mismos sag-giga, que significa
literalmente "el pueblo de cabezas negras".
La palabra acadiana shumer puede representar este nombre en el
dialecto, pero se desconoce por qué los acadios llamaron Shumeru
a las tierras del sur.
Algunas palabras como la bíblica
Shinar, la egipcia
Sngr, o la Hitita
Šanhar(a) pueden haber sido variantes de Šumer.
De acuerdo al historiador babilonio Beroso,
los sumerios fueron "extranjeros de caras negras".
Localización aproximada de las culturas
Hassuna-Samarra y Halaf
durante el "período 6".
Primeros pobladores
En la Baja Mesopotamia existían asentamientos humanos desde el
Neolítico como
demuestra la cultura de Jarmo,
(6700 a. C.
- 6500 a. C.)
y en el Calcolítico
las de cultura
Hassuna-Samarra (5500
- 5000 a. C.),
El Obeid
(5000 -
4000 a. C.),
Uruk
(4000 -
3200 a. C.)
y Yemdet Nasr
(3200 -
3000 a. C.).
No existen registros escritos de esa etapa para conocer el origen
de este pueblo, y tampoco los cráneos hallados en los enterramientos
aclaran el problema de su origen, debido a que están representadas
tanto la dolicocefalia
como la braquicefalia,
con algunos testimonios del tipo armenoide. Se investigan las
esculturas sumerias que muestran un alto índice de cráneos
braquicéfalos en sus representaciones que quizá podían dilucidar
la procedencia de este pueblo, junto con las coloraciones y las
dimensiones de las esculturas, que son una mezcla entre caucásicos y
miembros de raza negra. Con todo, esto no es suficiente evidencia
para solucionar el problema puesto que la plástica podría haberlas
idealizado, como pasaba en las esculturas egipcias.
Se ha descartado la posibilidad de identificación basada en la
evolución de los tipos craneales en el conjunto del Oriente Medio,
pues éstos aparecen bastante mezclados. Sin embargo se pueden
distinguir cuatro grandes grupos con rasgos pertenecientes a
distintas épocas: antes de 4.000 a. C. sólo se encuentran
poblaciones dolicocéfalas del tipo "mediterráneo"; los
"eurafricanos", que sólo son una variedad de este grupo, y
que no tuvieron un papel apreciable hasta 3.000 a. C.; el
tipo "alpinos", braquicéfalos que se manifiestan
moderadamente después de 2.500 a. C., y los "armenoides",
derivados tal vez de estos alpinos que aparecen en abundancia después
de 500 a. C. Los pueblos descendientes de los cimerios
tienden a tener en promedio las cabezas más "redondeadas"
(braquicéfalas) que los demás pueblos de esa área y la palabra
"sumerio" puede ser una transliteración
de la palabra "cimerios" según algunos filólogos.
Es por esto que varios investigadores creen que ambos pueblos son un
mismo pueblo en diferentes épocas, pero no hay suficientes
evidencias para sustentar esta hipótesis.
Parece posible que los sumerios fuesen una tribu proveniente de
fuera, posiblemente de las estepas, pero su origen concreto es
desconocido. Esto es lo que se ha venido denominando desde el siglo
XX como el "problema sumerio."
En cualquier caso, es durante el período del Obeid cuando se
producen avances que cristalizan en Uruk, y que sirven para
considerar este momento como el inicio de la civilización sumeria.
Período de Uruk
Uruk, la "Erec"
bíblica y la árabe "Warka", es el escenario de
descubrimientos fundamentales para la historia de la humanidad:
aparece la rueda en
torno al 3500 a. C.,
y la escritura
en el 3300 a. C.,
siendo ésta la datación más antigua de tablillas de arcilla con
escritura
cuneiforme encontrada hasta la fecha. Estos registros escritos
confirman que los sumerios no eran un pueblo indoeuropeo,
ni camita, ni
semita, ni tampoco
elamo-drávida
(grupo, este último, al que pertenece el pueblo
elamita, por ejemplo). Así lo demuestra su lengua de tipo
aglutinante.
Por tanto se especula, como se ha dicho, que los sumerios no fueron
el primer pueblo en asentarse en la baja Mesopotamia, en el curso
bajo del Creciente
fértil, sino que llegaron en un determinado momento de la Edad
del Cobre o Calcolítico,
allá por el año 3500 antes de nuestra era, durante el período
ahora denominado U.
Período dinástico arcaico
Situación de las principales ciudades sumerias y alcance de esta
cultura durante el período
dinástico arcaico.
La difusión de los avances de
la cultura de Uruk por el resto de Mesopotamia dio lugar al
nacimiento de la cultura Sumeria. Estas técnicas permitieron la
proliferación de las ciudades por nuevos territorios. Estas ciudades
pronto se caracterizaron por la aparición de murallas, lo que parece
indicar que las guerras entre ellas fueron frecuentes. También
destaca la expansión de la escritura que saltó desde su papel
administrativo y técnico hasta las primeras inscripciones
dedicatorias en las estatuas consagradas de los templos.
Pese a la existencia de las
listas
reales sumerias la historia de este período es relativamente
desconocida, ya que gran parte de los reinados expuestos en ellas
tienen fechas imposibles. En realidad, estas listas se confeccionaron
a partir del siglo
XVII a. C., y su creación se debió probablemente al
deseo de los monarcas de remontar su linaje hasta tiempos épicos.
Algunos de los reyes son probablemente reales pero de muchos otros no
hay constancia histórica y otros de los que se sabe su existencia no
figuran en ellas.
El dominio acadio
Hacia 2350 a. C.,
Sargón,
un usurpador de origen acadio, se hizo con el poder en la ciudad de
Kish. Fundó una
nueva capital, Agadé
y conquistó el resto de ciudades sumerias, venciendo a Lugalzagesi,
el rey de Umma
hasta entonces dominante. Este fue el primer gran Imperio de la
historia y sería continuado por los sucesores de Sargón, que se
tendrían que enfrentar a constantes revueltas. Entre ellos destacó
el nieto del conquistador, Naram-Sin.
Esta etapa marcó el inicio de la decadencia de la cultura e idioma
sumerios en favor de los acadios.
El imperio se deshizo hacia el 2220 a. C.,
debido a las constantes revueltas y las invasiones de los nómadas
amorreos y,
principalmente, gutis.
Tras su caída, toda la región cayó bajo el dominio de estas
tribus, quienes se impusieron sobre las ciudades-estado de la región,
especialmente en el entorno de la destruida Agadé. Las crónicas
sumerias los describen constantemente de forma negativa, como "horda
de bárbaros" o "dragones de montaña", pero es
posible que la realidad no fuese tan negativa; en algunos centros se
produjo un verdadero florecimiento de las artes. Es el caso de la
ciudad de Lagash,
especialmente durante el gobierno del patesi
Gudea. Además de la
calidad artística, en las obras de Lagash se utilizaron materiales
provenientes de regiones lejanas: madera de cedro
del Líbano o diorita,
oro y cornalina
del valle del
Indo; lo que parece indicar que el comercio no se debió ver
especialmente lastrado. Las ciudades meridionales, más alejadas del
centro de poder guti, compraban su libertad a cambio de importantes
tributos; Uruk y Ur
prosperaron durante sus IV y II dinastías.
El Renacimiento sumerio
Extensión del imperio de la Tercera
Dinastía de Ur.
Según una tablilla conmemorativa
fue Utu-hengal,
rey de Uruk, quien en
torno a 2100 a. C.
derrotó y expulsó a los gobernantes gutis
de las tierras sumerias. Su éxito no le sería de mucho provecho ya
que poco después el rey de Ur,
Ur-Nammu,
consiguió la hegemonía en toda la región con la llamada III
dinastía de Ur o Renacimiento
sumerio. El imperio surgido a raíz de esta hegemonía sería tan
extenso o más que el de Sargón, del que tomaría la idea de imperio
unificador. Esta influencia se aprecia incluso en la denominación de
los monarcas, que a imitación de los acadios se harán llamar "reyes
de Sumer y Acad".
A Ur-Nammu
le sucederá su hijo, Shulgi,
quien combatió contra Elam
y las tribus nómadas de los Zagros.
A éste le sucedió su hijo Amar-Suen
(Amar-Sin) y a
éste primero un hermano suyo, Shu-Sin
y después otro Ibbi-Sin.
En el reinado de este último los ataques de los amorreos,
provenientes de Arabia,
se hicieron especialmente fuertes y en 2003 a. C.
caería el último imperio predominantemente sumerio. En adelante
será la cultura acadia la que predomine y, posteriormente, Babilonia
heredará el papel de los grandes imperios sumerios.
Periodo de Ur III
La desaparición del Imperio
Acadio permitió el renacimiento de Sumer
y el regreso al régimen de las ciudades estado. Tienen gran
relevancia las reformas de Gudea
de la II
Dinastía de Lagash en esta época neosumeria (2175 a. C.).
Posteriormente en la III Dinastía de Ur,
Ur-Nammu lleva a
cabo un código bien estructurado con numerosos cambios. En esta
época se empiezan a nombrar como Reyes
de Sumer y Akkad (2111 a. C.).
Shulgi en
2093 a. C.
impulsará una evolución referente a los pesos y medidas existentes,
a la vez que reforzará las fronteras por el acoso de los
semitas-amoritas.
Pese a ello, finalmente sucumbió a los ataques de los amoritas
(amorreos) los
cuales llevaban tropas auxiliares elamitas-semitas,
procedentes de la meseta de Irán,
que prevalecieron y saquearon Ur (2003 a. C.).
Se vuelve a un estado de fragmentación política y proliferan
dinastías locales. Rimsin
creará un pequeño imperio en 1792 a. C.
donde se introducirá la propiedad privada, dándose una sociedad
pre-capitalista. En cambio, en Babilonia
se entronizará una dinastía
amorita (1792 a. C.).
La sociedad de la III Dinastía de Ur se organiza de esta manera:
- mashda: "los segundos".
- eren: "muchedumbre de palacio". Posiblemente se tratará de servidumbre o corte del palacio.
- ir/game: criados (libres). Los padres vendían a sus hijos al templo aunque los pequeños no perdían su condición de libertad por ello.
- namra: esclavos. Se les distinguía por llevar un collar con
el nombre o un mechón de pelo en la cabeza.
Con respecto a la organización social, la sociedad sumeria era
jerárquica y estratificada, al igual que las de todas las
civilizaciones. En la cúspide de la pirámide social se encontraba
el rey, a quien seguía en importancia una elite de sacerdotes, jefes
militares y funcionarios de alto nivel. A continuación se ubican los
comerciantes, funcionarios menores, artesanos especializados y,
luego, los campesinos y artesanos. En el nivel más bajo de la
sociedad correspondía a los esclavos.
A fines del 4º milenio A.C. Sumeria se dividió en una docena de
Ciudades estado
independientes cuyos límites fueron definidos por medio de canales y
mojones.
Estas ciudades eran grandes centros mercantiles. Cada una estaba
centrada en un templo dedicado al dios patrono particular de la
ciudad y gobernado por un "patesi"
(Ennsi), o en ocasiones por un rey (lugal). Los patesi
eran sacerdotes supremos y jefes militares absolutos, auxiliados por
una aristocracia constituida por burócratas y sacerdotes. El patesi
controlaba la construcción de diques, canales de riego, templos y
silos, imponiendo y administrando los tributos a los que toda la
población estaba sujeta. Las ciudades estado sumerias
tradicionalmente eran ciudades-templos, ya que los sumerios
consideraban que los dioses fundaban las ciudades para que fuesen
centros de culto. Más tarde, conforme a la religión, los dioses se
limitaban a comunicar a los soberanos los planos de los santuarios.
El vínculo de los patesis con los ritos religiosos de la ciudad era
extremadamente íntimo.
Los templos (entre los cuales se destacaban los piramidales
"ziqqurats")
estaban ligados al poder estatal, y sus riquezas eran usufructuadas
por los soberanos, considerados intermediarios entre los dioses y los
hombres. Junto con los templos de las ciudades, homenajeando a su
dios patrono, no era infrecuente que se erigiesen zigurats; pirámides
de ladrillos macizos cocidos al sol que servían de santuarios y
acceso a los dioses cuando éstos descendían hasta su pueblo.
Con el desarrollo de las ciudades, la tentativa de supremacía de
unas sobre otras se tornó inevitable. El resultado fue un milenio de
embates casi incesantes sobre el derecho de uso de agua, rutas de
comercio y tributos a tribus nómadas.
Zigurat de la
ciudad de Ur que se ha conservado hasta nuestros días. Las ciudades
sumerias se erigían alrededor de éstos y en ellos, los patesi
realizaban ritos sagrados.
Las "primeras" cinco ciudades
declaradas de haber ejercido el reinado pre-dinástico son (entre
paréntesis el nombre actual en árabe):
- Eridu (Tell Abu Shahrain)
- Bad-tibira (probablemente Tell al-Madain)
- Larsa (Tell as-Senkereh)
- Sippar (Tell Abu Habbah)
- Shuruppak
(Tell Fara)
Otras ciudades principales:
- Kish (Tell Uheimir e Ingharra)
- Uruk (Warka)
- Ur (Tell al-Muqayyar)
- Nippur (Afak)
- Lagash (Tell al-Hiba)
- Ngirsu (Tello o, Telloh)
- Umma (Tell-Yoja)
- Adab (Tell-Bismaya)
- Isín (Ishan
al-Bahriyat)
Tablilla de piedra grabada con escritura pictográfica procedente
de la ciudad mesopotámica de Kish
(Irak), datada en el
3500 a.C. Probablemente es el vestigio más antiguo conocido de
escritura; y consta de pictogramas que representan cabezas, pies,
manos, números y trillos.
El idioma
sumerio se considera una lengua
aislada en la lingüística ya que no pertenece a ninguna familia
lingüística conocida; ha habido muchos intentos fallidos para
conectar el idioma sumerio a otros grupos lingüísticos. No hay que
confundir el idioma sumerio con el acadio,
una lengua de claro origen semítico, si bien coexistieron en la
región y alternaron como lenguas dominantes; a su confusión podría
contribuir el hecho de que ambas lenguas usaron los signos
cuneiformes, invento sumerio que les sobrevivió por más de un
milenio. El sumerio era un idioma
aglutinante, es decir, los monemas
(unidades de significado) se pegaban unos con otros para crear
palabras enteras, en contraste con los idiomas
analíticos como el inglés,
donde los morfemas, incluso algunos abstractos o gramaticales como
las palabras will o would, que son palabras
independientes capaces de modificar a otras; esto sería, por tanto,
lo opuesto al idioma sumerio, el cual prefiere utilizar afijos
para expresar lo mismo.
Los sumerios inventaron los jeroglíficos
pictóricos que más tarde se convirtieron en escritura
cuneiforme, y su lengua junto con el del Antiguo
Egipto compiten por el crédito de ser lenguaje humano escrito
más antiguo que se conoce. Un gran cuerpo de cientos de miles de
textos en el idioma sumerio ha sobrevivido, la gran mayoría de estos
en tablillas de arcilla. Los textos sumerios conocidos incluyen
textos personales y cartas de negocios y transacciones, recibos,
listas de léxico, leyes, himnos y plegarias, encantamientos mágicos
e incluidos textos científicos de matemáticas, astronomía y
medicina. Las inscripciones monumentales y los textos en diferentes
objetos como estatuas o ladrillos eran muy comunes también. Muchos
textos sobrevivieron en múltiples copias, ya que éstos fueron
transcritos varias veces por los escribas
en formación. El sumerio continuó siendo el lenguaje de la religión
y la ley en Mesopotamia mucho después de que los hablantes semitas
se convirtieran en la raza gobernante del área.
La comprensión de los textos en sumerio puede ser complicada hoy
en día, incluso para los expertos. Los más difíciles son los
textos más antiguos, que en muchos casos no dan toda la estructura
gramatical de la lengua que siempre cambiaba.
Lista de dioses hecha por los sumerios,
en escritura
cuneiforme en el siglo 24 a.C
Tratar un asunto tal como la "Religión sumeria" puede
ser complicado, dado que las prácticas y creencias adoptadas por
aquellos pueblos variaron mucho a través del tiempo y la distancia,
cada ciudad poseyendo su propia visión mitológica y/o teológica.
Los sumerios fueron posiblemente los primeros en escribir sobre sus
creencias, que luego fueron la inspiración para gran parte de la
mitología, religión y astrología mesopotámica,
aunque ello no implica que su religión fuera la primera y que no
hubieran tomado costumbres y ritos de otros pueblos.
Los sumerios veían los
movimientos a su alrededor como la magia
de los espíritus,
magia que era la única explicación que tenían de cómo funcionaban
las cosas. Esos espíritus eran sus dioses. Y con muchos espíritus
alrededor, creían en varios dioses, que tenían emociones humanas.
Creían que el sol, la luna y las estrellas eran dioses, al igual que
los juncos que crecían a su alrededor y la cerveza que destilaban.
Creían que los dioses
controlaban el pasado y el futuro, que los dioses les revelaban las
habilidades que poseían, incluyendo la escritura, y que los dioses
les proporcionaban todo lo que necesitaban saber. No tenían la
visión de que su civilización se hubiera desarrollado por sus
propios esfuerzos. Y tampoco tenían visión de progreso tecnológico
o social.
Cada uno de los dioses sumerios (en su propia lengua, dingir
y en plurar, dingir-dingir o dingira-ne-ne) era
asociado a ciudades diferentes, y la importancia religiosa a ellos
atribuida se intensificaba o declinaba dependiendo del poder político
de la ciudad asociada. Según la tradición sumeria, los dioses
crearon el ser humano a partir del barro con el propósito que fueran
servidos por sus nuevas criaturas. Cuando estaban enojados o
frustrados, los dioses expresaban sus sentimientos a través de
terremotos o catástrofes naturales: la esencia primordial de la
religión sumerio se basaba, por lo tanto, en la creencia de que toda
la humanidad estaba a merced de los dioses. Nótese la similitud de
la creación del hombre a partir del barro con el relato del Génesis.
Entre las principales figuras mitológicas adoradas por los
sumerios, es posible citar:
Los sumerios probablemente
hayan cavado en la tierra unos metros y encontrado agua. Los sumerios
creían que la tierra era un gran disco flotando en el mar. Llamaron
a ese mar Nammu y pensaban que había estado desde siempre en el
tiempo. Creían que Nammu había creado los peces, los pájaros,
cerdos salvajes y otras criaturas que aparecieron en las tierras
pantanosas y húmedas.
Según ellos, Nammu había
creado el cielo y la tierra. El cielo se había separado de la
tierra, dando nacimiento al dios masculino An y la tierra, una diosa
llamada Ki. Creían que Ki y An habían procreado un hijo llamado
Enlil, que era la atmósfera, el viento y la tormenta. Creían que él
separó el día de la noche y que había abierto una concha invisible
dejando caer agua desde el cielo. Creían que junto con su madre y
Ki, Enlil sentó las bases de la creación de las plantas, los
humanos y otras criaturas, que hacía germinar las semillas y que
había dado forma a la humanidad a partir de la arcilla,
impregnándola.
El universo consistía en un disco plano cerrado por una cúpula
de latón. La vida después de la muerte implicaba un descenso al vil
submundo, donde se pasaba la eternidad en una existencia deplorable,
en una especie de infierno.
Creían que los cultivos
crecían porque un dios masculino se estaba apareando con su esposa
diosa. Ellos veían los meses húmedos y calurosos del verano, cuando
los campos y praderas se teñían de marrón, como el momento de la
muerte de los dioses. Cuando los campos florecían de nuevo en el
otoño, creían que sus dioses resucitaban. Marcaron a éste, como el
comienzo del año, que era celebrado en sus templos con música y
cantos.
No creían en el cambio social,
aunque los sacerdotes sumerios alteraban las historias que contaban,
creando nuevos giros en los cuentos antiguos; sin reconocer esto como
un cambio inducido por los humanos o preguntándose por qué habían
fallado en hacerlo bien la primera vez. Las nuevas ideas eran
simplemente revelaciones de sus dioses.
Había diferentes tipos de sacerdotes. Algunos de los más comunes
eran:
- āšipu, exorcista y médico.
- bārû, astrólogo y adivino.
- qadištu, sacerdotisa.
Los templos sumerios consistían en una nave central con
corredores en ambos lados, flanqueados por aposentos para los
sacerdotes. En una de las puntas del corredor se encontraba un
púlpito y una
plataforma construida con ladrillos de barro, usada para sacrificios
animales y vegetales.
Los graneros y depósitos generalmente se localizaban en la
proximidad de los templos. Más tarde, los sumerios comenzaron a
construir sus templos en la cima de las colinas artificiales,
terraplenadas y multifacetadas: esos templos especiales se llamaban
zigurats.
Los sumerios fueron precursores de muchas conceptos religiosos ,
sagas cosmogónicas y relatos que luego aparecieron recogidas por
otros pueblos mesopotámicos y regiones vecinas . Entre ellas podemos
citar: la creación del mundo, la separación de las aguas
primordiales, la formación del hombre con arcilla o las ideas del
paraíso y el
Diluvio
Universal (que aparece en la Epopeya
de Gilgamesh). Escritos de V. Scheil y S.N. Kramer, consideran la
creación de Eva a
partír de la costilla de Adán
como un mito sumerio, ya que en sumerio, las palabras "hacer
vivir" y "costilla" se escribían igual: ti.
También la idea de la resurrección de los muertos, atribuida a
innumerables religiones, aparece en Sumer por primera vez.
Los sumerios mantenían una producción de cebada,
garbanzo,
lentejas, mijo,
trigo, nabo,
dátiles, cebolla,
ajo, lechuga,
puerro y mostaza.
También criaban ganado, cordero, cabra y puerco. Además de eso,
usaban novillos como opción principal en el trabajo de carga y
burros como animal de transporte. Los sumerios pescaban peces y
cazaban aves gallináceas.
La agricultura sumeria dependía mucho del riego, efectuándose a
través del uso de canales, estanques, diques y depósitos de agua.
Las frecuentes y violentas inundaciones del Tigris,
y en menor medida, del Éufrates,
hacían que los canales necesitaran de reparación frecuente y de la
continua extracción del limo, y el reemplazo continuo de los
marcadores de inspección y mojones. El gobierno ordenaba a
determinados ciudadanos la tarea de trabajar en los canales, aunque
los ricos podían excluirse de esta tarea.
Después de la temporada de inundaciones y luego de la temporada
de Equinoccio
de Primavera y Akitu
o Festival de Año Nuevo, con el uso de canales, los granjeros
irrigaban sus campos y entonces drenaban el agua. Posteriormente
dejaban que los novillos
macerasen la tierra y matasen las hierbas dañinas. El paso siguiente
era dragar los campos con picos. Después que se secara, araban,
gradaban y rastrillaban
el campo tres veces, revolviendo la tierra después con una azada
antes de la siembra. Lamentablemente, la alta tasa de evaporación
dio lugar a un aumento gradual de la salinidad de los campos. Por el
período de Ur III,
los agricultores pasaron del trigo a la cebada como principal
cultivo, ya que ésta es más tolerante a la sal.
Los sumerios realizaban la cosecha durante la fase seca del otoño
en equipos de tres personas que consistían en dos segadores
y un enfardador.
Los campesinos utilizaban un tipo de cosechadora
arcaica para separar la cabeza de los cereales de sus respectivos
tallos: una especie de carro de clasificación, que separaba los
granos de los cereales. Después cribaban
la mezcla de granos
y barcia.
Características
militares
Fragmento de la estela de victoria del rey Eannatum
de Lagash sobre
Umma,
llamada "Estela de los Buitres". Esta pieza de caliza, está
datada alrededor del 2450 a. C.
Las casi constantes guerras, durante 2.000 años, entre las
ciudades estado sumerias ayudaron a desarrollar la técnica y
tecnología militar de Sumeria a un alto nivel. La primera guerra que
se registra fue entre Lagash
y Umma
en el año 2525 a.C. en una estela
llamada la Estela de los Buitres. Éste registro también muestra al
rey de Lagash liderando un ejército sumerio compuesto en su mayoría
de infantería. Los soldados de infantería llevaban lanzas, cascos
de cobre y escudos de cuero o mimbre. Los lanceros se muestran
dispuestos en lo que parece ser una formación de falange,
que requiere entrenamiento y disciplina. Esto implica que los
sumerios hayan hecho uso de soldados profesionales.
La influencia clave en el ejército sumerio fue su paupérrima
posición estratégica. Los obstáculos naturales para la defensa
existían solamente en las fronteras del oeste (desierto) y del sur
(Golfo
Pérsico). Cuando los enemigos más populosos y poderosos
aparecían por el norte o el este, los sumerios se volvían
suceptibles a los ataques. Los sumerios participaban en guerras con
sitio entre sus ciudades, defendidas por murallas de ladrillos de
barro que, obviamente, no podían detener los enemigos que ya
conocían ese material.
Los sumerios inventaron el carruaje,
al cual ataban onagros
(burros salvajes). Esas carrozas antiguas no funcionaban tan bien en
combate como los modelos construidos posteriormente. Algunos sugieren
que las carrozas servían primariamente como medio de transporte,
aunque en tiempo de guerra transportaban hachas
de guerra y lanzas.
La carroza o carruaje sumerio constituía de un dispositivo de cuatro
ruedas manejado por un equipo de dos personas y atado a cuatro
onagros. La carroza estaba compuesta por cestas entretejidas, y las
ruedas poseían un sólido diseño de tres piezas. Los sumerios
usaban fundas y arcos simples, más tarde la humanidad inventaría el
arco compuesto.
Arquitectura
Sello cilindro e impresión: grupo de ganado en un campo de trigo.
Hechos en Caliza,
correspondiente al período de Uruk (4100-3000 a.C.).
La planicie del Tigris-Éufrates carecía de minerales y árboles.
Las edificaciones sumerias comprendían estructuras planoconvexas
hechas de ladrillos
de barro, desprovistas de argamasa
o cemento. Debido
a que los ladrillos planoconvexos eran de composición relativamente
inestable, los albañiles sumerios añadían una mano extra de
ladrillos, puestos perpendicularmente cada pocas hiladas. Entonces
ahí, rellenaban los huecos con betume.
Las construcciones hechas con ladrillos de barro se acababan
deteriorando, de forma que eran periódicamente destruidas, niveladas
y reconstruidas en el mismo lugar. Esa constante reconstrucción
elevó gradualemente el nivel de las ciudades, de modo que se
erigieron por arriba de la planicie a su alrededor. Las
construcciones resultantes se conocían con el nombre de tell
y se encontraban en todo el antiguo Oriente
Próximo.
El tipo más famoso e impresionante de entre las edificaciones
sumerias, eran los Zigurats
o torres escalonadas, una construcción de largas y amplias
plataformas sobrepuestas en cuya cima había templos. Algunos
académicos han teorizado que estas estructuras podrían haber sido
la base de la torre de Babel bíblica, que se describe en el Génesis.
Los sellos cilíndricos sumerios también describen casas
construidas con caña, similares a aquellas construidas por los
árabes de las tierras bajas de la parte sur de Irak,
hasta una fecha tan reciente como el 400 a.C. Por otro lado, los
templos sumerios y palacios hicieron uso de materiales y técnicas
más avanzadas como refuerzos (soportes para los ladrillos), recesos
(esquinas), pilastras
y clavos
de arcilla.
Los sumerios desarrollaron un complejo
sistema de metrología alrededor del 4000 a.C. Esta metrología
avanzada resultó en la creación de la aritmética,
la geometría y
el álgebra.
Desde el 2600 a. C. en adelante, los sumerios escribieron tablas de
multiplicación en tabletas de arcilla y trataron con ejercicios
geométricos y problemas de división. Los primeros rastros de la
numeración babilónica también se remontan a este periodo.
El periodo que desde el 2700 al 2300 a. C. vio la primera
aparición del ábaco, y una tabla de columnas sucesivas que
delimitaron el orden sucesivo de magnitud de su sistema de numeración
sexagesimal.
Los sumerios fueron los primeros en usar un sistema de numeración de
notación
posicional. Otros pueblos mesopotámicos quizás hayan usado
algún un tipo de regla de cálculo en cálculos astronómicos.
Una tablilla encontrada en Nippur
puede ser considerada el primer manual de medicina
del mundo. En esa tablilla, donde había fórmulas químicas y
formulas mágicas (encantamientos), usaban términos tan
especializados que para traducirse se precisó de la ayuda de
químicos.
En la farmacia,
se usaban sustancias vegetales, animales y minerales. Laxantes
y diuréticos
fueron la mayoría de los remedios de aquel pueblo. Determinadas
cirugías también eran puestas en práctica. Los sumerios
manufacturaban salitre,
conseguido a partir de la orina, la cal, de cenizas o de la sal.
Combinaban esos materiales con leche,
piel de cobra,
caparazón de tortuga,
casia, mirto,
timo, sauces,
higo, pera,
abeto y o dátil.
A partir de ahí, mezclaban esos agentes con vino, usando el
resultado obtenido de dos formas: o pasando el producto como si fuera
una crema, o luego se mezclaba junto con la cerveza, consumiendo el
remedio por vía oral.
Los sumerios explicaban la enfermedad como una consecuencia del
aprisionamiento, y la consecuente tentativa de escape, de un demonio
dentro del cuerpo humano. El objetivo del remedio era persuadir al
demonio a creer que continuar residiendo en aquel cuerpo sería una
experiencia desagradable. Comúnmente los sumerios colocaban un
cordero o una cabra cerca del enfermo. En el caso de no haber ovejas
a disposición, probaban suerte con una estatua, que, si se conseguía
transferir el demonio dentro de sí, sería cubierta de betún.
La literatura sumeria
comprende tres grandes temas: mitos, himnos y lamentaciones. Los
mitos se componen de breves historias que tratan de perfilar la
personalidad de los dioses mesopotámicos: Enlil,
principal dios y progenitor de las divinidades menores; Inanna,
diosa del amor y de la guerra, o Enki,
dios del agua potable frecuentemente enfrentado a Ninhursag,
diosa de las montañas. Los himnos son textos de alabanza a los
dioses, reyes, ciudades o templos. Las lamentaciones relatan temas
catastróficos como la destrucción de ciudades o templos y el
abandono de los dioses resultante.
Algunas de estas historias
es posible que se apoyasen en hechos históricos como guerras,
inundaciones o la actividad constructora de un rey importante,
magnificados y distorsionados con el tiempo.
Una creación propia de la
literatura sumeria fue un tipo de poemas dialogados basados en la
oposición de conceptos contrarios. También los proverbios forman
parte importante de los textos sumerios.
Los sumerios tal vez sean más recordados debido a sus muchas
invenciones. Algunos especialistas les dan el crédito por la
invención de la rueda
y el torno
alfarero.
Su sistema de escritura
cuneiforme fue el primer sistema de escritura del que se tenga
evidencia, adelantándose a los jeroglíficos
egipcios en, por lo menos, 75 años.
Los sumerios estaban entre los primeros astrónomos, poseyendo la
primera visión heliocéntrica de la que se tenga conocimiento (la
próxima aparecería de vuelta en el 1500 a. C. por parte
de los Vedas en la
India). Afirmaban
también que el sistema
solar se constituía de cinco planetas (ya que únicamente sólo
se podían ver cinco planetas a ojo desnudo).
Desarrollaron también conceptos matemáticos usando sistemas
numéricos basados en 6 y 10. A través de ese sistema, inventaron el
reloj con 60
segundos, 60 minutos y 12 horas,
además del calendario
de 12 meses que usamos actualmente. También construyeron sistemas
legales y administrativos con cortes judiciales, prisiones y las
primeras ciudades
estado. La invención de la escritura
posibilitó a los sumerios el almacenamiento del conocimiento y la
posibilidad de transferirlo a otros. Eso llevó a la creación de las
escuelas, a la educación y oficialización de la matemática,
religión, burocracia, divisón de trabajo y sistemas de clases
sociales.
Los sumerios también inventaron la carroza
y, posiblemente, las formaciones militares. Inventaron la
cerveza.
Lo más importante de todo, tal vez, sea el hecho que de acuerdo con
muchos académicos, los sumerios fueron los primeros en tratar tanto
plantas como animales.
En el caso de lo primero, a través de plantaciones sistémicas y de
la cosecha de una descendencia de grama mutante, conocida actualmente
como einkorn, y de
simientes de mijo y trigo. Con relación a lo segundo, los sumerios
domesticaron a través del confinamiento y de la procreación de
carneros ancestrales (similares a la cabra
montés y al ganado salvaje (búfalos).
Fue la primera vez que esas especies fueron domesticadas y criadas a
gran escala. Esas invenciones e innovaciones colocan a los sumerios
entre las culturas más creativas de la antigüedad.
Por otra parte, a lo largo del Siglo
XX han surgido diversas hipótesis y teorías relacionando
pueblos de las estepas como posibles descendientes de los antiguos
sumerios. El historiador medievalista húngaro
Bálint Hóman
basando en ciertos trazos del lenguaje
de los magiares, así como en el pasado histórico cultural de
esta nación, ha elaborado diversas hipótesis donde los húngaros
serían descendientes de los sumerios. Muchos se han opuesto
considerándola descabellada, pero recordando que tal fue el mismo
caso de la teoría de relación étnico-cultural entre los hunos
y los húngaros, la cual se ha corroborado contemporáneamente luego
de diversos estudios genéticos entre ambas razas.